Agua que corre al mar, déjala fluir
dice un proverbio chino, popular,
queriéndonos, diría yo, decir
que el curso de la vida malograr
no se debe, buscando malgastar
lo que a diario se puede merecer,
si tan poco dispuestos hoy a amar
se logra igual la juventud perder.
Quien sabe si al final por pretender
apuntarse a caballo ganador,
la dicha no se logra agradecer
y en la boca nos deja mal sabor.
Que si la vida en guerra sin cuartel
se vuelve, cuesta estar a su nivel.