Siempre soñé con voluntad flexible
al contar con salud y con salero,
que visto con cabeza y buen esmero
bueno fuera vivir lo más posible.
Y viendo qué resulta muy factible
ante el tendido quito mi sombrero,
al que admiro de corazón y quiero
cuidando que resulte compatible.
Porque ya la experiencia me asegura
que siendo el pensamiento relativo
muy pocas cosas rayan lo absoluto,
si pudiendo caer en la locura
el actuar como un lobo combativo
a nada lleva en menos de un minuto.