En la piel de España, grietas se alzan,
voces rotas que el viento no alcanza,
promesas de ayer, hoy cenizas frías,
un pueblo que grita entre sombras sombrías.
La plaza vacía, el eco retumba,
trabajo que escapa, la fe que se alumbra,
jóvenes marchan, raíces cortadas,
futuros vendidos, esperanzas calladas.
El campo se seca, la lluvia no llega,
el pan es escaso, la lucha se ciega,
políticos juegan, palabras vacías,
en sus torres altas, ajenos a heridas.
Más late en las calles un pulso valiente,
un clamor que sube, un fuego creciente,
España despierta, cansada de males,
buscando su voz entre tantos rivales.