Tan oscuro el día de llanto amargo,
que mi alma retuerce de tal dolor,
que le resta a mi vida luz, color,
y me sume en un oscuro letargo.
Recuerdos que en mi mente sobrecargo
dejando en mi boca este mal sabor,
y olvidándome de buscar valor,
me sumo en una pena, no descargo.
Fantasmas que vuelven para robarme
la sonrisa , las luces y las ganas,
que vienen tan solo para quitarme.
Sin campos de flores en las mañanas.
Con vuestra presencia siento ahogarme.
¡Volveos a vuestras tumbas lejanas!
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Publicado en el otro Poemamé…hace algunos años.
La oscuridad, los fantasmas, las sombras y la rima, consiguen hacer que el poema se agrande y acabe siendo esplendoroso, a pesar de sus tintes oscuros.