Estás a un “quizás” de distancia y la lluvia se siente como gotas de plomo sobre la piel.
Dime, qué debo hacer para que tus dudas se transformen en sentidos,
porque los míos ya rebasan lo lógico de lo permitido y no se qué hacer con estas ansias que carcomen mi existencia.
Ya no me hace gracia el silencio de la casa deshabitada, ni el café por las mañanas sin miradas que acompañan.
Vivo contigo anclado a la orilla de mis ojos, con tu andar cansino haciendo ruido en mis entrañas y esta urgencia estaqueada en el desfiladero de mis nervios.
Por favor, ven, hazte presente.
Que a mi almohada le urge el aroma de tu piel y tu ausencia lapidaria sólo aumenta mis ganas de amar.
Acaba ya con el cruel tormento.
Pídeme la vida y más.-
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Tremendo este poema de olvido, de ausencia, de palidez inmediata.
¡¡Es fantástico, precioso!!
Me agrada como escribes…es una poesía joven, fuerte, con el interior vivo.
Saludos
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Me ha gustado la intensidad de este poema, tan expansivo. Apasionada lírica en tus versos…
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Muchísimas gracias Pedro, tus palabras me incentivan. Hasta ahora solo escribo para mi
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Muchisimas gracias por tus palabras
Pues desde mi punto de Vista…y dependiendo de tu criterio , claro; creo puedes escribir para quien quieras…lo haces muy bien.
Saludos
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Guau!!! Pero qué maravilla, Gisela… un gusto enorme leerte!
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Muchas gracias Tali ! saludos
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