A los tímidos nimbos de la lírica
llega sagaz, inquieta,
la inspiración febril
a bordo de la rima y de la métrica.
Un dédalo de versos
de faustas epopeyas
cómplice misterioso de lo eterno
y alquitara voraz de la ocurrencia.
Llega ingeniosa, como sutil brisa
del soplo de la musa en primavera,
como la ciencia infusa
que brilla en la cabeza.
Efímera, y a los labios fugitiva,
siempre fugaz, etérea,
llega en el (tibio) beso
de las olas sobre la piel de arena.
10 Me gusta
Precioso poema Raúl.
Un placer volver a leerte.
Un abrazo.
1 me gusta
Aunque no he sido muy constante en mis visitas a Poémame, siempre me gusta encontrarme con versos como estos, ¡preciosa silva! @raulcd8 . Un abrazo
1 me gusta
Sinmi
6
Magníficos versos. Nos alegra mucho tu regreso, estimado poeta. Abrazos cariñosos. 
1 me gusta
Un placer saludarte, Sinmi 
1 me gusta
Dosel
8
Un poema muy hermoso, opera la alquimia de la creación.
Saludos
1 me gusta