Sobran los lamentos en el sofá,
¿viste el cielo estrecho al pie
de la luna?
Mil aullidos estallan
al sur
y no quise capturar los murmullos
de tu desprecio.
Este es el precio de tu ausencia
vos, siendo maldición
yo, siendo tertulia infinita.
La muerte se empeña
en vivir dos veces,
y el calor de tu cuerpo
sofoca mi agonía.
¡Venganza, Oh dulce venganza, vístete de gala, reclama tu imperio y sacrifica mis preludios!
Sobran los lamentos en el sofá,
Insisto,
sobran las lágrimas en el bar,
la sed se ha marchitado
y el olvido
es un trance sin tiempo.
Lamentos que humedecen el paño del olvido.
Lágrimas que pagan el precio de la ausencia
Cuánta nostalgia y melancolía en cada verso
Lindo poema, Jessica!
Abrazos afectuosos