La vieja sirena se arrastra con las manos, tal como subió la escala aquella remota noche y se sorprende al recordar. Tiene memoria y comprende que no la ha perdido porque sigue siendo súbdita del tiempo y de la muerte.
La vieja sirena – José Luis Sampedro*
.
Un aroma de mar y viento
sobre la piel húmeda.
El deseo se vuelve paloma
y vuela por encima de los senderos.
(sirena de corazón y carne)
Anhelo de piel tibia
de corazón desbocado
y amaneceres de placer.
Ahora es tiempo de cambio.
(sirena de piel y pecho)
Y después un dolor y otro dolor
para llegar al abrazo
al segundo eterno
y la mirada cómplice.
(sirena de pies y nalgas)
Un amor eterno
un instante de días y años
y un olor a ti contigo.
Y después dormir…eterno dormir…
Volver juntos al mar que nos vio nacer
Oh! Qué precioso poema para el reto, amiga! Sabía que lo estabas leyendo por las citas que ponías.
Me encantó tu poema! Es toda una belleza, como el libro, que a mí también me encantó hace tiempo, cuando lo leí. Y es que el viejo profesor te llega al alma…