Aún sigue en mi cabeza
aquel verso endemoniado
del que vivo tan prendado.
Reunía tanta belleza
que minó mi fortaleza;
temí perder la cordura
¡oh celestial partitura!
Como a Stendhal en Florencia
me embargaba la inconsciencia.
Sobredosis de hermosura.
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Belleza que embriaga en versos que arden.
Un delirio de poesía donde la emoción desborda y conquista el alma.
Gracias, Alejandro, por compartir con el gran Stendhal y el humilde Antonio, tan especial sentimiento.
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Un desprendimiento apasionado embarga a tan explícita décima, entregada a la belleza, poeta!!!
Muchas gracias por tu lectura y comentario, Ana María.
Todas las emociones que desbordan al apasionado corazón las has comprimido en un zip de diez magistrales versos que alaban la belleza. Enhorabuena.
Gracias, Edel Vicente, por tus elogiosas -e inmerecidas- palabras.
Sí, a veces un solo verso basta para hacernos temblar el alma.
Preciosa tu décima, @apina .
Un abrazo.
Gracias, Joaquín. Muy agradecido por tu lectura y comentario.