En la linde de lo negro,
allí en el núcleo del misterio,
en la dimensión oculta del teseracto,
en el reino abisal de la piel [donde la desnudez prima]
donde se yergue la tierra firme
contra el cielo y el infierno,
en la miel y en la hiel
del zenit del mediodía,
o en el centro concéntrico y sereno
del umbrío y callado conticinio [la hora bruja sin brújula];
te me clavas de nuevo
como daga ponzoñosa,
cual punzante aguijón
de abeja endemoniada [que me envenena el alma],
y te hundes, lento y profundo,
tan profundo, y tan lento, [río que se adentra en la quietud desatando el magma de un volcán adomercido]
en la carne del corazón
que brota, mana y emana
sangre a borbotones;
y sumerges mi cabeza en un valde de agua
congelada a temperatura primitiva,
y luego en una olla de agua
en ebullición evolutiva . . .
y me acontece, todo eso y más,
cada vez, y cada cuando,
siempre que, y siempre cuando,
te vuelvo a pensar,
te vuelvo a sentir, [me vuelvo a enamorar]
y me vuelvo a estremecer
cual orgasmo inconcluso,
en la línea sinuosa de una curva
que no se cierra nunca,
y de unos versos insoslayables
de una poesía irreducible
que nunca llega a acabar . . .
cual leyenda inverosímil
subrepticia y oculta
en las mil y una noches
de un cuento sempiterno sin principio
y sin final.
Muy hermoso tu poema!!!Enamorarse y volverse a enamorar sin principio ni final. Aplaudo, poeta!!!
“me vuelvo a enamorar]
y me vuelvo a estremecer
cual orgasmo inconcluso,
en la línea sinuosa de una curva
que no se cierra nunca,
y de unos versos insoslayables
de una poesía irreducible
que nunca llega a acabar . . .
cual leyenda inverosímil
subrepticia y oculta
en las mil y una noches
de un cuento sempiterno
sin principio
y sin final.”
¡¡¡Hermomo, lujurioso y muy cercano a ese caos que se hila en automático en la argumentación de los sueños!!! Este poema siento que tiene ese ímpetu descuidado de haber sido escrito de un sólo jalón, en una sola sentada.
A mí me gustan —en mí, poemas escritos por mí— que los poemas queden brutos, con asperezas, con la carne cruda, sin editar y, este poema tiene esa apariencia y ese olorcillo a almizcle de cavernícola. ¿¿No sé si fue escrito así porque evidentemente tú tiene tu propio método de cómo ir destilando tu poética!! Lo cierto es que te quedó brutal.
A veces se tiene sexo y el rosario de orgasmos que se siente —estoy hablando de una mujer; en un hombre, un rosario de orgasmos es prácticamente improbable; no imposible, pero sí improbable a menos que practiques tantra y estés versado en los orgasmos secos— es tan intenso que incluso llega a ser doloroso… ¿¿Has hecho poesía sobre lo doloroso que puede llegar a ser el placer??
En “Cien años de soledad” hay el cuadro de una escena magistral en donde Rebeca —hermana putativa de José Arcadio Buendía— la despluman como a un pajarito allí en la hamaca y mientras la iban descuartizado, ella sólo alcanzó a dar gracias a Dios por permitirle vivir aquello, justo antes de que el dolor placentero la desmayarse (definición de un orgasmo tetánico… tan intenso, tan fuerte que la mujer que lo siente, se desvanece). ¿¿¿Has hecho poesía de esto???