En la noche oscura, busqué la estrella,
lejos del eco de voces sin alma,
las cadenas rotas, la nueva senda,
donde la esperanza no tiene calma.
Me llamaron traidora, serpiente astuta,
pero el viento susurra mi verdad,
en tierras libres, mi alma se ajusta,
donde el sol brilla, sin mirar atrás.
Vende patria, me gritaron con furia,
gusana, me dijeron con desprecio,
pero en mis sueños, sin ataduras,
volé alto, dejando el necio.
Celebré mi partida, sin lavar mi ser,
pues mi corazón no conoce traición,
mi patria es libre, donde pueda ver,
el horizonte claro, sin opresión.
Soy libre en mis pasos, libre en mi canto,
el ave que vuela hacia su destino,
encontré la paz, alejando el llanto,
y en mi pecho, el amor genuino.