No, yo no tenía miedo si tú llegabas tarde. Es curioso vivir en primavera bajo campos floridos
y sobre ausencias que nacen en septiembre. Yo siempre te esperaba bajo mi mundo mágico y, aunque fuera de noche, me inventaba milagros. Era joven, entonces. Caminaba tranquila sobre el pesado mundo y por los campos verdes, celebrando los días. No, yo no tenía miedo del futuro implacable. Inventaba utopías, sabiendo que partías. Yo nunca imaginaba que el cuerpo se plegaba, o que llegabas tarde, sobre la piel cansada.
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Me encanta tu prosa poética… ese halo que desprende que no sé cómo explicar…
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Ahh que bella, esperanzadora prosa con esa mirada siempre alentadora, poeta!!!
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Precioso!! Recuerdos cálidos.
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Ese mundo de inocencia y contemplación, siempre anidará amor!
Letras vibrantes, bellas y dulces, poetisa de la sensibilidad!
Saludos cariñosos!!
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Más que bonita tu prosa, compañera.
Llegas muy adentro. Bravo.
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Preciosa prosa. Un saludo
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