Sin levadura

¿Permuta de mercadería
porque desnudas tu silencio
argumentando la avaricia?

¡Señora!
el oficio la alcanza
dos monedas sedientas
polvorizan mi bolsillo
¡por favor!
arrebate las caricias
como niño distraído
jugando al fenicio.

¡Espere!

mi frágil piano
sustenta las noches bohemias
agonizando el aliento
en un nudo de garganta
tan preciso preguntarle:
¿a dónde va?
sin duda alguna
le falta firmamento.

¡Venga!
deje le cuento
sin plusvalía
enamorado me encuentro
no espero respuesta
solo un beso virgen
bañado en olivo
para remojar estas migajas
sin levadura…

¡Señora, aquí la espero!

3 Me gusta

Qué bonito. Saludos cariñosos.

1 me gusta