Sin fecha posible

Si tu carne enrojece con mi beso
y tu aliento devasta mi mejilla,
no se qué dolorido sentir brilla
en el pozo encendido de tu hueso.

¿Qué dolor enmascara en sueño ileso
tu cuerpo, cuando el grito su rodilla
en tierra abandonada luz orilla?
Se de voces y labios, el progreso

que un día descendieron sin sentido,
a un río de amargura solitaria,
de peces y sirenas desvestido.

Toda tú entonas cánticos, y un aria
misteriosa creciendo sobre olvido,
construyendo tu muerte necesaria.

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Que intenso soneto, todo una reclamo sin fin, con un tercero inmenso, a veces esa muerte es necesaria aunque nos mate el alma, poeta!!!

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Sí es la ley de la vida, para poder comenzar otra vez

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Qué belleza de soneto!! Me recuerda en el tono y las imágenes, a los del Rayo que no cesa, de Miguel Hernández, quizá a su “Soneto final”…
Buen domingo, José Antonio!

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Muchas gracias por tus palabras. Feliz domingo. Saludos.

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Gracias por acercarte tan atinadamente a mis letras. Un saludo afectuoso.

Son una belleza tus sonetos, y aunque siempre acompañados de esa „desolada melancolía“ por decirlo así, no pierden de su estética.
Enhorabuena poeta.
Saludos, Maria Mercedes

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Gracias por leerme y saber reconocer el manantial del que brota mi poesía. Un afectuoso saludo.

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