Viajar…viajar…
y detenerse en la estación
equivocada.
No saber, en qué momento,
las caras desconocidas
se volvieron lluvia.
Sentir un viento fresco
y nuevas emociones;
voces que no dicen nada,
una angustia que atraviesa la mirada
y el silencio, que parece olvido.
Después de muchas horas,
caerá sobre la noche
una lágrima cautiva.
¿Y las valijas?
Volverán a ser refugio…
y serán lluvia
y estación equivocada.
Un inmenso vacío,
atravesando la mirada…
El vacío es diminuto cuando el corazón se llena de emoción por tu palabra.
—Un aplauso grande.
Agradecida con tu lectura, querido poeta. Mi afectuoso saludo.
Un destino incierto que vacía la palabra. Bellísimo, como todo lo que escribes. Abrazos cariñosos.
Cuánta veces hemos divagando sin saber a dónde vamos, como perdidos sin saber que hacer.
Esto es tan triste. Me encantó tu poema, un abrazo grande
Aún con el miedo a equivocarse de estación siempre será mejor seguir viajando.
Muy bonito tu poema, Lucía
Preciosas letras.
Es un placer pasar a leerte.
Que versos más dolorosos y perdidos en medio de esa nada sin encontrar esa mirada, su mirada, poeta!!!
¡Hermoso poema!
¡Me encantó esta parte, Lucía!
¡Un fuerte abrazo!
Qué bien transmites esa nada que nos lleva a ninguna parte!
Bellos versos, Lucía!
Siempre en búsqueda de nuestro destino…
Precioso
Gracias por pasar a leerme, poeta. Un abrazo.
Es bueno verte en mis escritos, varimar. Mi abrazo en la distancia.
Agradecida, poeta. Un abrazo.