Me deja sin consuelo el mal de amores
al sentir que no soy correspondido,
que jamás la lección haya aprendido
en el circo de tantos sinsabores.
Pues presa AYER quizás de los temores
me veo hoy por el cuello bien cogido,
que lejos de mostrarme divertido
me harán tomar la hiel de los horrores.
Quien sabe si el no haber escarmentado
me muestra a la ventura reticente
ante el complot de vanas fantasías,
sabiendo que una vez enamorado
si se malogra todo referente
muchas neuronas quedarán vacías.