En un mundo donde el y si…
y el pero…
no tienen retorno
y en todo caso se prohíben,
la duda y la pregunta
quedan alienadas
sin futuro y en un solo pensamiento
inventado;
todo tan inmediato,
repleto de cortes en la vista
para no dejarnos ver
el todo y la nada;
en un lenguaje
más corto cada vez
y peor que bochornoso,
donde el silencio y el habla
están ya sentenciados
y por igual,
sin razón en una misma cárcel
que no se critica ni está en movimiento.
Unos versos muy reflexivos, donde la inmediatez es el pan de cada día, pongamos con nuestra voluntad argumentos a nuestra vida, aunque vayamos a contracorriente, amiga!!!
No uso emoticonos, aplaudo, ni corazones, digo te quiero, ni muñecos para demostrar emociones…escribo lo que siento aunque ocupen dos paquetes de folios…
La palabra, es lo lo único que los animales no pueden hacer, hablar es solo un rasgo humano… si perdemos eso para comunicarnos, emocionarnos , querernos…qué coño nos queda.
Me ha emocionado este poema, porque lo vivo a diario…dicen que hablo poco y es verdad…solo cuando merece la pena, pero llevo la palabra.
La memoria es un reservorio bilateral donde se preservan los recuerdos y se sepultan los olvidos.Toda rememoracion, y algunas historizaciones ( no todas) son coextensivas de la pulsion de sistemas psiquicos que construyen la experiencia. Afirmó lacan que en la repetición de la experiencia, sitúa a la repetición como una “inalterable memoria de goce” yo desde mi empirismo, agregaría que la experiencia es transmisible como ha ocurrido en este poema “Sin argumentos” —Aplausos. ( no tengo empacho en aplaudir cuando me emociono y no enciendo fuegos artificiales por solidaridad con felinos y caninos) — Aplausos
Tan cierto… y es que hay tanto miedo a hacer daño o tanto a ser juzgados, verdad? y poco a poco, cada vez hablamos más y decimos menos… Eso contigo nunca me pasa, mi Walla!