Soy de simplezas,
de andar sin playera,
de ver el atardecer,
de dormir sin alarmas,
de disfrutar mi flojera.
Llegué a esa edad donde no entiendo nada -
donde me siento herido de muerte,
donde me pone triste hasta el alba,
reaccioné a la varilla ardiente,
al abrazo sincero,
al vendaval de cerezas que son como besos.
Y la gente habla y habla… de sentidos opuestos,
de dietas perfectas, de expectativa, de empinada escaleras,
del precio de esto o de aquello, de dioses advenedizos, de karma y materia y de pocilgas ardiendo entre su cabeza,
y me insertan oculistas, sanadores,
mil fronteras, su basofia y su comedia,
A merenganito y sutanito haciendo mal su propia conveniencia.
¿Que me importan los acronimos?
la gente siendo gente ¿O el lugar y en que carrera?
tengo hambre y poca plata.
Y las ganas de escuchar lo que hay en mi silencio y nada más…
Pero sigo porqué, soy un profesional de la vida -
y bailo tango en esta vida a la que, ninguno me ha mostrado el instructivo, ni la envidia para hacerla de alguien más,
Y celebro desde abajo hasta arriba lo que significa ser conmigo persona, amigo y harto leal,
ese camarote para la cuarta o la quinta dimensión,
un canibal sin modales, tanto sexo sin morales, y ese vago que sin tacto carcajea a la primera insinuación.
soy un niño en el columpio, el reflejo de mis padres, el mito de mi patria y otro mimo haciendo a Kant.
Soy grotesco y salvaje, transparente ilusión,
alumno reprobado, narcisita distraido y tan Freud un domingo por la tarde, el partido en el televisor, una cerveza después de no se cuántas, y la autenticidad de mis rimas que disfruto en soledad.
Y como orden de la naturaleza estas simplezas me parecen tan complejas, tan estándar, añeja y futurista, futil y eterna alma mía,
ser yo esta bien y no también,
Y aparezco derrepente, emergente, con lo que queda de este físico aerodinámico de presa y cazador, celula y polvo, pero siento ¡ como siento! la prenumbra y todo alrededor, el machete y la pala en mis raíces y me miro en el espejo, y en el mismo instante de ese grito tan profundo de arcoiris ciertamente yo me aliento y me obligó a ser del aire y ser del mundo, de aquello que es bondad y a veces cemento, de lo que desconozco y de lo que importa efectivamente un bledo,
e intentar despues de amar y perdonar, con todas mis fuerzas, un legado entre todas mis simplezas :
Hacer que cualquier criatura, incluyéndome como alguien aparte, sean sin juicio, retribución o remordimiento
"Aún Más FELIZ "
