Sosiego y paz llevan tus bellos versos, ese dejarse llevar, sin grandes destrezas ni grandes derrotas, simplemente disfrutar de esa calma espiritual a veces tan necesaria!!! Abrazos amiga!!
!Qué lindo!
Es realmente simple así dejarse llevar… por los ojos y miradas
de paz interior e ilusiones adueñadas de esperanzas, de añoranzas no mentadas que están ahí brotando de tu versal, por la magia de tus sentidos silenciosos en cada latido que se hace brisa en los suspiros y gotas frescas que corren unas tras otras para enriquecer al mar… atrayendo los rayos de luz del sol de tu poesía…
Abrazos, Mari
Sí, lo definiste muy bien, “un dolce far niente…”. A veces viene bien dejarse llevar…la mente, como en un nirvana.
Gracias por pasarte, José Antonio! Saludos, compañero.
Te agradezco que hayas hecho un recorrido bastante completo por mis versos, amigo, pero solo hay esa idea…dejar que te lleven los versos y el día…simplemente.
Un abrazo muy grande por tu visita, querido Pedro!