Hay silencios atesorando mundos enteros.
El tiempo pasa y roza,
dejando un resto que no se borra.
En esta tarde,
vuelven algunos restos
de aquellos roces.
Y yo los resucito
en este callarme para oírme…
Hay silencios atesorando mundos enteros.
El tiempo pasa y roza,
dejando un resto que no se borra.
En esta tarde,
vuelven algunos restos
de aquellos roces.
Y yo los resucito
en este callarme para oírme…
Me encantaron esos roces de silencios…
Un abrazo fuerte, mi Horten. Buena semana!
Muchas gracias amiga¡¡
Besos