En la sombra de la silla vacía
se me permite arrodillarme
y suspirar mis oraciones…
Qué hueco tienen las rodillas que se mecen…
y que van migajeando las horas
para que mi persona se apresure la culpa
Pero si es el trono de la ninfa girasol…
aquella que despetaló a la serpiente virgen
y acabase agujada en un rincón sin gloria
Oh, facistol ecuatorial de mis ocelos…
¡Cómo me doy contra las suelas tuyas!
¡Cómo de allende y de aquende te calvario!
Pero por qué te doy vuelta cual el incrédulo caballo…
Ser para creer: Me entrometo en tu vientre…
¿Por qué siento que debería pararme en tu
piedra y alcanzarte?
¿Por qué siento que debería sentarme en tu cresta y aplaudirme?
¿Por qué siento que debería esperar a que me des el permiso?
¡Oh, niña no juegues a ver quién se corona primero!
¡No te escondas debajo con esa mirada de que no has hecho nada!
Oh, aureola de pensares y voces calientes
Oh, noche de sangrar para con eso dormir
¡¿Quién insiste con el timbre para apagar todas las luces?!
¿Por qué no se apagan…
¿Por qué sí me miras…
¿Por qué no puedo verme…
¿Por qué de pronto no me quiero despertar?
(Luces espléndidas) (Luces fantásticas)
¡¿Por qué de pronto nos tenemos fe?!
Yo estoy desenrollando la sombra para que nos sirva de mantel…
Tranquila: Yo estrangulo las bombillas
Tú colocas los floreros y el aroma acondicionado
¿Te molesta si te recuerdo antes de comer?
¿Te molesta si te digo te amo al comer?
En la boca de la silla hueca
se me permite acurrucarme
y titubear mis oraciones…