El tiempo es ese círculo aserpentinado —como el tricromo laberinto de un caracol—
que evita
que todo ocurra al unísono.
Primero las cosas se apasadan
luego se apresenran en la ilusión del eterno ahora
y después se afuturan en la negritud de lo desconocido.
Cada tiempo anterior
engendra al siguiente
hasta el punto en que
se empatan los extremos
cuando lo futuro se apasade de nuevo
por enésima repetición.
Es como andar atrapados entre los pliegues de una vasta cebolla
no hay hilo de Ariadna hacia una salida.
El sistema es listo:
no admite deserciones
desde el principio se autotraiciona.-
Chane García.
@ ChaneGarcia.
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