Solo temo a los dragones que no fueron,
a las clepsidras distraídas,
fotos frías de humanidad…
Aun puedo sostener la mirada,
dibujarme algunos besos,
flotar sin tener peso.
Creo en los mapas del arco iris
fuera del universo…
en el viento como última palabra.
arderemos en su fuego anónimo,
de horas sin alma…
para álbumes insaciables.
Ese enfoque preciso a lo no existente, saber que la mirada es imagen e ilusión.
Puedes decir la verdad solo enfocándote en los Seres Anónimos.
Un gran saludo, Pedro.
Precioso poema que invoca temores y anhelos.
Letras en las que vas explorando la relación entre lo no realizado y lo posible.
Aquí tu voz poética, quizás, va en busca de consuelo en la belleza y el misterio del universo.
Tus comentarios se acercan mucho al reflejo de los sueños en la conciencia que quiero trasmitir. Voy implementando secuencias de otros sueños que no son míos para poder captar otros tiempos, realidades sin nombre todavía.
Pues sí, ahí me quedo… insistente en esa penitencia de existir; casi todo es posible , no se puede dejar al destino a su aire, lo manipulamos en un porcentaje elevado…está escrita la hora, no como llegar a ella.