Se escucha el leve sonido
de la efímera luz- terca-,
en la honda noche, tan cerca
ya de ese instante cumplido.
Ese susurro, latido
del dulce verano huyendo,
siembra amarillos, doliendo
entre las flores que sueñan
eternidades, que enseñan
esa dicha de ir muriendo.
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Un décima hermosa y melancólica.
Versos que capturan la transición de la vida, el paso del tiempo, así como la belleza de lo efímero con gran sensibilidad.
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Muchas gracias. El tránsito entre el verano y el otoño es pura melancolía
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Sutil poema me gustó mucho.
Saludos.
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Precioso!!
Un gusto leerte. Saludos cordiales.
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Muchas gracias por tus amables palabras. Un saludo.
Muchas gracias. Me alegro que te guste.Saludos.
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