Sentado

Este respaldo no se deja calentar…

Las últimas hojas del otoño se arrastran por el suelo

insisten aferradas al sistema nervioso del árbol

o son cayendo rendidas a la oscilación

Percibo el amago del aleteo de las aves cosmopolitas

capto el murmullo de cientos de verborreas

el asfalto no solo vibra por los neumáticos

aún agradece el roce de la anónima suela

Este respaldo no se deja calentar
y va siendo hora de volverse a levantar…

Todo sucede alrededor de mi pequeña plaza

de mi fuente de agua y piedra

donde hace tiempo que tengo frío

un helor más antiguo que el propio invierno.

7 Me gusta

Lindo poema

La soledad en medio de la rutina. Muy bonito. Saludos cordiales.