Conté las olas
y me faltaba
una.
Conté las estrellas
y me faltaba
la polar.
Conté los campanarios
tantos como
lechuzas.
Escuché el canto del cuco
¿en qué rama?.
la luna
en cuarto menguante,
vistiendo
tallas pequeñas.
Setenta veces siete,
relámpagos y truenos,
demasiado alborozo
para tan poca agua.
Oí pasos
en la quietud
de la noche,
eras
tú.