¡Oh! Señora,
señora mía,
mullidora de mis recuerdos
sombra de mis sueños.
¡Oh! Señora,
señora mía,
mi destino es
seguir escribiendo
poemas, en la soledad
de mis oscuros momentos,
consciente, de que
no serán leídos
por ti musa
de la inspiración.
¡Oh! Señora,
señora mía,
dueña de mis sentimientos.
Pippo Bunorrotri