Duele el aire
en la mañana fría.
El viento
trae aromas
lejanos
de la sierra.
Me limpia
los sentidos.
Y me acerca
al paraíso
de la nieve.
Al Norte gélido.
Los trigales
con la lluvia
han renacido.
La mirada
serena y clara
entre la hierba.
Brotes verdes
con rocío
humedecen
mis pies.
Y soy libre
como un ave.
Horizonte
de azules
y de blancos.
Filas de olivos
y cortijos
en las lomas.
Y yo en camino,
sendero largo.
Me busco
en los ribazos
entre terrones
blandos.
Tierras
recién labradas.
Las garcillas
picotean
los sembrados.
Aún no hay flores.
Mi sombra
me precede,
no interroga.
Soy yo
y me encuentro
a solas.
Sola conmigo
y con mis viejos
pensamientos.
El corazón henchido.
Levito en paz
a ras de tierra.
No hay trinos.
Ni alondras.
Apenas el sonido
de mis pies
sobre la senda.
Luego…silencios.
Campos vacíos
y mojados.
Llena por dentro.
No necesito más.
Duele el aire
en la mañana fría…
Viento del Norte
me vivifica.
Diciembre 2019
Mi foto: Campiña del Condado. Huelva