Senaida

Sentirás pájaro el brazo, Senaida
Listo para levantar el vuelo de tu cuerpo
Hacia parajes exóticos donde olas diamantinas
Hacen humear las brazas crocantes de los volcanes furiosos

Esa es tu casa, Senaida
No la plaza,
No la villa,
Sino un fuego como el de la isla
con la sima profunda que se ha de tragar al mundo

Deja al hombre, Senaida,
Ya no recuerda.
Muchos le han pisado la espalda.
Y ahora es más oscura que la pez.
Levantar la cabeza le cuesta
el pecho oculta
el corazón esconde
al ver que se acercan más pies.

Deja también al niño,
Hijo es del hambre y el hastío
Deja el nido vacío
Deja la cesta y el fruto maduro.

Sentirás pájaro el brazo y el hueso.
Sentirás pájara el alma y la boca.
Sentirás pájaros los recuerdos.
Y tomarás descanso entre las nubes,
más allá de los montes que mirarán con envidia
cómo te acuna la luna

Y desde la cuna mira al mar
mira las dunas
mira los cuerpos celestes que se apretujan

Y mira alto, por dios pido,
que el que te ha dicho que suyo es el mundo
mal ha escogido,
y te ha dejado el inmenso firmamento
y ahora son tuyas todas las doradas estrellas
hermanas que se te han de apagar
al ritmo impasible de tu mirada de eterna niña.

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¡Precioso poema!

Bellas imágenes poéticas acariciaron mi alma.

Muy hermoso.
Saludos y bienvenid@.