Semejas esa tarde
sinuosa que se pierde,
cuando no espero nada
y sabes, nada temo.
El vacío penetra
en todos los armarios,
se aposenta en la casa
socavando los muros,
habitando rincones
para que pase el frío,
los idus y el olvido.
Semejas esa duda
que cubre los abrazos
y ahogas en tu pecho
el calor de la tarde.
En las noches sombrías,
das vida a ese mutismo
que habita en el silencio
y apagas cascabeles
que resuenan por dentro.