Semana santa, plena de vívidos misterios,
guardados bajo llave
en el arca del pecho,
que atesora cada hecho,
cada palabra y clave.
Leonardo supo plasmar en su “Última Cena”,
el invisible grial en la Santa Magdalena.
Hoy se otorga el derecho,
como el espacio al ave,
de que nada nos grave
ir más allá del techo,
y abordar un estudio revelador y serio.
Cargar nuestra cruz de errores con sabia paciencia;
nacer como hombre nuevo;
comer el pan de vida.
Gracias, apreciada Selene, he querido poner en práctica este estilo tan bonito del profesor Mucio, aprovechando esta semana tan especial!
Un abracito espiritual!!
Sí, quise decir traspasar la mente, jajaja…
Es cierto que el poema apunta a esa idea de renovación, mil gracias @Ruache!
Saludos cariñosos y poéticos!!
¡Bella, profunda y significativa tu Áurea!
Tus hermosos versos nos retratan poéticamente sublimes pasajes de la Semana Santa!
Agradezco que tu inspiración engalane mi estructura
¡Abrazos cariñosos, querida Silvia!
Qué emoción me da, Mucio, que le haya gustado!
Para mí ha sido de gran gusto y placer inspirarme en la Semana Santa junto a su creación tan especial!
Un cálido saludo, compañero!!