Selene

La luna, trampolín al infinito
para el salto a la verdad suprema o a la nada.

Gota de rocío del jardín de estrellas.
Ventana celeste donde las musas de poetas reciben serenatas.
Oreja divina escuchando impasible ilusiones y desdichas.
Perla del infinito mar de silencio.
Lágrima suspendida de sueños inconclusos.

Roca viajera.
Astro refulgente
apedreado con aullidos de lobo solitario.

En las noches que me llueves,
como a un bosque de hojas anchas
la luna baja a tus pupilas,
he visto que parpadeas sus suaves fulgores.

A veces, destrozada,
me ha parecido que la lloras en adioses matinales,
es cuando me arden tus besos solares.

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