A menudo, es esa terquedad en horadar…Gracias María:rose:
Gracias por esa apreciación de mi poema!
Un saludo, Tezz.
Gracias mil, Joe!
Abrazos para allá.
Que nos falte ese hilillo de voz para expresar lo que llevamos dentro…
Muchas gracias, querida Mónica!
Y gracias por citar a Sor Juana Inés de la Cruz que tanto admiro…
Abrazo enorme!
Sí, aunque sea muy fino…
Muchas gracias, querida Ana!
Un beso muy fuerte, poeta!
Que lindo Domingo
Muchas gracias por tu hermoso comentario! Disculpa la tardanza en responderte.
Abrazos y buen día, Pedro!
Sí, hay que ser tenaz…
Muchísimas gracias por tu visita a mis versos, querida poeta!
Noo, que no se vaya nunca, que resuene en melodías y poemas.
Versos de lujo mi María bonita. Un abrazo.
Mil gracias, querida Koro! Un gran abrazo.
Se puede sentir en las entrañas esa sensación de pérdida querida Maria.
Precioso.
Abrazo.!
Me encandiló el poema María, y cuando vi a continuación la foto me quedé boquiabierto. Un maravilla. Saludos
Buen poema María,
A veces se nos va la voz, pero tú has conseguido sostenerla en estos versos…
Esta estrofa me encanta:
Gracias por ese bonito comentario.
Abrazos, querida Victoria.
Muchas gracias por venir a mi rincón, José Manuel.
Abrazos!
Gracias por venir, Andrés.
Saludos y abrazos!
Que no se vaya nunca tu voz, ni tus versos mi querida María, que se queden perpetuando este instante que nos permite leerte y maravillarnos con tu delicada poesía. Abrazos cariñosos.
Mil gracias, querida Sin!
Asomas cuando menos te esperamos…
Un abrazo fuerte, amiga!
Pregunta: ¿ Eran parientes Sor Juana Inés y Celia Cruz?
La voz, como mensajero activo de todo lo que nos bulle dentro, también tiene sus límites, como todo. A veces se cansa y se aleja, a veces se hace pequeña y se esconde ante tanta indiferencia, pero siempre para tomar impulso, para volver a sentirse importante ante el mundo. De hecho, tu poema nos la devuelve llena de vigor y de poesía.
La imagen, preciosa. Todo el Norte de Cáceres es una fábula verde y mágica que nunca hay que dejar de visitar, de vivir.
Fuerte abrazo, María.