Se va noviembre y se lleva
retazos de tu vida
en los bolsillos de los vientos.
Se va noviembre
con sus días mortecinos.
Con sus soles desteñidos,
deslucidos y apagados.
Hasta de hojas,
te despoja…
Solo te deja
ramas retorcidas,
desnudas y nudosas.
(Como hoja dorada,
rebelde y solitaria,
resistes suspendida.
Ajena a todo.)
Se va noviembre…
aflorando
sus silencios escondidos
en lo más alto de tu copa,
ya desabrigada.
Sin gorriones alegres
que beban de tu savia.
…Y un frío
húmedo y herido entre la niebla.
Se va noviembre…
Y los líquenes y musgos
abrazados a tu tronco,
permanecen.
Te sirven de refugio
ante el embate
de este mes…
…tan despiadado
como hermoso.
Se va noviembre…
Dejando atrás el oro viejo
que reluce
en las tardes otoñales.
Y una lluvia silenciosa
abre surcos horadando
tu corteza.
Llenándote de tristeza
sumergida.
Pero aún…
quedan raíces
por encima de la tierra.
Asomando entre las piedras
viejas del camino.
¡Aferrándose a la vida!
Si aguantan firmes
el duro invierno…
tal vez retoñen en abril.
……………………………….
(Se va noviembre
y te deja…
sol de uva madura en la mirada
y cicatrices en la piel de la memoria)
Mi foto.