Se canta igual que se llora

Bajo una carpa en el mar
construyo yo mi castillo,
como si fuera un chiquillo
con ansias de disfrutar,
Porque me encanta tocar
el trombón bajo la luna,
que no existe más fortuna
que alegrarse en una farra,
si al ritmo de una guitarra
la familia se reúna.

Que hundirnos en la tristeza
malas consecuencias trae,
si encima un marrón nos cae
dejándonos de una pieza.
Y es que de pies a cabeza
que nos quiera nadie habrá,
tanto que el coco vendrá
en noches frías de invierno,
al convertir en infierno
el ansiado cha cha cha.

Que igual canta que se llora
la ilusión que nos embarga,
si no supone una carga
hurgar donde el sentir mora.
Que nunca es más que el ahora
si compartir se comparte,
con elegancia y con arte
sin juzgar día tras día,
con la mayor alegría
el más preciado baluarte.