En el umbral
del beso
amaranto
aterido mi cuerpo
roba colores al recuerdo.
Se ha ido la sal
en saudades
cuando mi noche
cayó huérfana,
tras el peso
de los astros
que han cerrado sus párpados
~ y no encuentro mis alas~
Arrastra mi memoria
luces
de arrítmicos pasos
oleaje de estrabismo
a bocanadas.
¿Pasará?
volveré a beber sol?
por si acaso,
se acicala mi alma.
Saudades que respiran añoranzas con el estrabismo de párpados cerrados. En el umbral de un beso sediento de calor.
Bello poema!
Abrazos cariñosos querida Victoria!