En algún punto de la línea del odio,
entre destellos del juego de espejos digitales,
donde al existencialismo le supuran llagas.
En el olvido de la justicia
y la barbarie de jueces
fornicando a Themis y Némesis,
donde el único que reclama es el loco
intentando apagar incendios a flamazos,
y el estoico poeta
conteniendo tornados con muros de aire.
Donde la verdad sufre trastorno de identidad
peleando contra sí misma, acuchillándose.
Allí donde el laberinto encerró a la sabiduría
y la ilusión se amamanta de espectaculares
y se respira el hollín de las guerras
y toda es aguamala sabor a metal
y el cielo tiene halitosis cuando llueve
y no alcanza el aire para tantas banderas
y la sociedad voyerista se masturba
y la mediocridad lidera las masas
y la vida es un duelo de ganancias
y todo es dialogar sobre fajos de miseria,
los magnates son héroes en potencia
y no hay letrinas para tanta mierda.
Allí, amigos poetas, donde el tiempo se ha roto,
¡se chingó la cosa!
Donde se ha roto el tiempo
los caminos colapsan,
salen las bestias de sus cuevas,
la luz se sume en un agujero,
nadie sabe dónde es adelante
pero a todos les sabe más la muerte que la vida.
Aires rancios de tumba soplan al placer.
Allí, amigos,
entre la turba de epilépticos de ambición,
amnésicos, ególatras, enceguecidos, embotados,
en la era del “sálvese quien pueda”,
si aún encuentran un pétalo de felicidad,
“ámese quien pueda”.
Y no se olviden de mí.
Allí, amigos poetas, donde el tiempo se ha roto,
¡se chingó la cosa!
Donde se ha roto el tiempo
los caminos colapsan,
salen las bestias de sus cuevas,
la luz se sume en un agujero,
nadie sabe dónde es adelante
pero a todos les sabe más la muerte que la vida.
Aires rancios de tumba soplan al placer.
Allí, amigos,
entre la turba de epilépticos de ambición,
amnésicos, ególatras, enceguecidos, embotados,
en la era del “sálvese quien pueda”,
si aún encuentran un pétalo de felicidad,
“ámese quien pueda”.
Y no se olviden de mi.
Ah sí, cuántas verdades en tu poema todo. Cuánto para reflexionar. Cuánto clamor.
Como siempre con una hilatura poética de primer nivel.
¡se chingó la cosa!
Ayyy Dios, ah cuántas cosas en el mundo podemos aplicar ese verso hoy día. Tristes tiempos aquí y allá. Tanto acontecer que pesa.
Has conseguido plasmar el inframundo que vivimos, done alimentamos a las bestias que nos devoran, donde somos simples hormigas trabajando para mantener a una reina voluptuosa y a sus secuaces que se alimentan de nuestra bondad y de nuestras buenas intenciones. Has paseado por el filo de la navaja y has vencido, al construir un poema glorioso y actual, donde nada es lo que parece y sin embargo todo es mentira. Un saludo.
A veces tenemos que mojar la pluma en la tinta de la vesícula biliar y con una caligrafía de hiel, despotricar contra aquello que nos lastima mi querido @Ve54. Total, una úlcera más que más da.
Abrazos!