Quiero morir como Allende,
con un arma en la mano y en la otra,
una tormenta.
Quiero morir por la fuerza de las ideas.
Morir descalzo y sin alas,
pero que mi muerte se recuerde,
así como murió Allende.
Debo vivir de pie,
parao’ y que así me entierren.
Vale más la muerte de un rebelde,
que todas las vidas de los esclavos.
Quiero que se escuchen,
los disparos que me siguen,
y en mi voz sin quebradura,
se augure la muerte,
de quienes verán mi fin.
Quiero morir como Allende
y que en mi tumba se lea muy claro,
Ni perdón, ni olvido.