Qué nos importa nada…
Tú y yo en la cuerda floja,
que si caemos, caemos juntos;
que si queremos volar,
nos crecen alas.
Qué importa si el andar
se vuelve recurrente,
si nuestro movimiento vital
es permanente,
la manera simple
de abrazar este presente
que nos libera la voz,
que nos llena de aliento la mente.
Nada más importa
en este abismo de aceras rotas
que ir saltando los charcos
con el mismo par de botas.
Y si el asfalto nos quema la mirada,
siempre nos quedará el mar
para apagar la nada.
Dibujando juntos la alborada
en su espuma
dejaremos las huellas,
las pisadas,
en un trozo de papel
o en la arena mojada,
que nos recordará
que aparte de tú y yo…
qué nos importa nada.
Qué importa ni cómo
ni cuándo ni dónde,
si tu mano aprieta la mía
y mi mano, en un poema,
escribe tu nombre.
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Muy feliz con esta colaboración, Ricardo.
Se te echa de menos por aquí y con este poema te recuperamos un poquito.
Gracias, amigo @Liberarce . Ha sido un placer y un honor.
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A eso es lo que yo llamaría un forma elegante de saltar charcos sin perder el ritmo, ni la convicción, los Aplaudo y felicito a ambos, con mucho cariño y gran respeto flores para una y estrellas para el otro.
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Que versos más cómplices!!!, compartiendo todo el mundo bajo una misma mirada y un apoyo mutuo, saltando los charcos de la vida, muy bella colaboración!!!, mi enhorabuena poetas!!! 
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Muchas gracias, Domingo, en nombre de los dos.
Aunque a veces nos salpiquen los charcos un poquito o bastante, con una mano amiga es posible saltarlos.
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La verdad es que ha sido un verdadero placer colaborar con Ricardo, amiga.
Muchísimas gracias en nombre de los dos 
.
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Muchísimas gracias, Ana, en nombre de los dos. 
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Felicidades a ambos por el poema. Disfruté la lectura. Te mando un abrazo.
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Mil gracias en nombre de ambos, Martín.
Me alegra mucho.
Abrazo.
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