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Siente el hombre la llegada de la muerte,
la música, enferma, que desmiente toda esperanza. -
Larga madrugada, donde el hielo teje su
blanca telaraña de frío. -
Las noches son amargas sin un espacio
de amor, sin una caricia, un susurro, una mirada. Mientras, el aullido del lobo
arrecia en un corazón sin esperanza. -
Solo me escuchan los árboles del espanto, la cadencia, impasible, de la
muerte que acecha.
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Brutal!
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Muchas gracias. Me alegra que te guste. Un saludo.
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Tremendos estos cuatro salmos…!!
Tan potente!!
Me dejaste sin palabras esta vez…
Saludos!
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Gracias por tus palabras. Hacen que , día a día, siga escribiendo. Un saludo.
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