Desde ese ruido constante
y la alerta que frena los días, esa mano en el hombro
de mueca burlona
y el callar que dobla el cuerpo
y lo embiste, esa distancia de alas extendidas
inmóvil en un sudor frío, ese extremo que florece
marchito y desenfrenado,
ese ánimo detrás de la risa, el cuidado y cada palabra
de la identidad que existe
en lo único que nadie conoce,
esos errores a la descubierta; en una sola certeza, viva.
Foto de mí con los pies en el suelo a cada lado, en cursiva.
Esa mano en el hombro, callar de alas extendidas que florece de la risa, el cuidado y cada palabra en una sola certeza, viva.
Enorme tu poema, amiga.
Se me ocurrió unir los versos en cursiva, para sentir tus pies en el suelo, a cada lado, y aparece un poema más precioso si cabe.
¿Quizá era esa la intención?
ji… me pillaste!!!
la vida esconde cosas, todas en verdad, y en algunas vidas de forma dual; sólo hay que querer mirar, y poder hacerlo, claro… ji. Gracias, mi Walla!!!