Sabiduría digerida son
hoy día, es un decir, los aforismos,
pero quien sabe si nosotros mismos
a diario los ponemos en cuestión.
Puede que nos disgusten mogollón,
porque teniendo a mano esos sofismos
a propósito salen los cultimos
dispuestos a aclarar la situación.
Por eso si bajando a los infiernos
por propia voluntad de vez en cuando
con proverbios sanamos las heridas,
quiere decir que viéndole los cuernos
al diablo, tumbos vamos siempre dando
hasta encontrar simbólicas salidas.