Esta tristeza mía no es pasajera,
es alegre y desinteresada,
no se carga de razones
ni se describe con palabras.
No se consume por sí sola,
por eso tampoco ignora,
se llena de tu ausencia
y cada mañana abre una herida.
Esta tristeza mía no es transitoria,
es un dolor sordo y ciego,
no se ve, tampoco puede escucharse,
es más bien un ruido hendido
en la espalda,
y su única voz es el silencio.
Qué bien escrito lo sentido, Álex. Se lee a primera vista del tirón, además tiene un lirismo que invita a recitarla de viva voz y todo ello sin faltar al compromiso con la belleza. Si digo que me encanta tu poema estaría siendo redundante y no quiero ponerme pesado. Un abrazo.
Qué profundidad, un ruido de amor más allá de lo puramente químico o físico, un despertar de ausencia llena de plenitud, solo el amor puede ocasionar ese ruido, muy intenso y lírico, poeta!!! Saludos!!!
Me gustó mucho, es verdad cuando se lee el poema se percibe una tristeza masoquista de esas que realmente se gozan, por que se justifican solas!. Un abrazo.