El Pacífico gritando desde la membrana /
las trampas de celofán
la cuerda floja y el desfibrilador
el desierto en el cepillo de dientes -.
Fiebre, nadie te lo había dicho
pero lo estoy haciendo bien
rueda la sangre y el alter ego es un caballo sin hambre
no para la lluvia >
el dilema y la pista de scratch
miro mi autopsia y también el reloj,
el contrabando aún y el hielo
de los pensamientos de mierda
me petrifica lo que pueda venir:
no quiero ver morir a mi madre
atravesar el puente oxidado
abajo de los caminos inundados
tampoco desaparecer de los suburbios
antes de nuestras calles
y hacerla sufrir.
Algunos y mi esquizofrenia
el dolor y la afrenta
los oponentes y el contexto
el árbol africano
el triturador líneal de la basura.
La misma banca y sus eslabones
penumbra provocando al pasado
imaginando detrás del coro de un futuro
la conversión de la meganeura
con la parte del paisaje huérfana de letras
la resaca de consejos
y mi propio pasajero de vivencias.
Extraño la cama
las caricaturas de hashis
el agujero tras las balas.
Lo ponderoso de mis plumas rompiendo la fuerza de gravedad.
Aquellos intestinos vírgenes de ludópatas dementes
las dosis nunca iguales de veneno
un salto mortal
jurar en las cosas tangibles
las ondas de decepciones
y al maldito comodín…