De súbitos fuegos se quemaban tus pupilas, ardía el reflejo en tus ojos taciturnos, la luna celosa besaba tus cabellos y el viento bailaba al perfil de tus contornos y yo sentada convenciendo a la duda, admirando tus andares, poniéndole pausa al vaivén de tus ojos, al tráfico de tus palabras, ¿cómo podía yo someter este desorden? si la duda me aplastaba y tú con las manos que te ardían, ponías en orden mi maltrecha desconfianza.
Muchas gracias Maria, honestamente desde que me dio por escribir, me he dado cuenta que es una vida para entender algunos conceptos de la poesía, es por eso que me encanta formar parte de este grupo y la retroalimentación tan respetuosa que otorgan, gracias y claro lo cambiare. Saludos.
!Maravilloso¡. Alguna vez leí un párrafo de Paul Hazard, en referencia a Look, dónde afirmaba que Look era un revolucionario de la escritura, ya que había mostrado que el arte de escribir, que procede de la actividad interior del alma, no consiste en aplicar reglas y preceptos, sino porque concede a la impresión, a la sensación, el reconocimiento que nunca se le habia dado.
Creo que tú prosa sale de tu efervescente alma por eso la aplaudo. —apalusos.