RESISTENCIA
Observo un horizonte escuálido,
licencioso en el distante testimonio,
que me lleva al voluble aprendizaje
entre lo que pienso y dejo oír.
Este es un pago moribundo
por mi presente y futuro:
treinta monedas de plata valen mi traición.
Atenazo mi primer impulso
y sigo caminando
ignorando mi doloroso enojado despertar.
Convivo día sí y día también
con la censura que cotiza al alza,
con la moderna esclavitud,
cuyo regusto amargo impregna
mi afilada lengua,
disidente de la obligada obediencia.