Resistencia


Sé que algún día dejaré de extrañarte
y de viajar un nudo entero para ir a tu casa a dormir,
dejaré de pertenecer al mundo
y nunca más podré escribir
ni hacerte el amor
ni disfrazar tu niñez con un poema
ni aterrizar en tu mente
ni en tus mejillas y cejas.
Por ello dejo este poema en mar, cielo, arena
gaviotas, sirenas y besos.

Me dejo a mí
en todos los lugares que visitamos.
Para que nada nos ate que nada nos una.
Sin huellas, sin ápices
tu cabello hermoso, tu nariz perfecta
tu piel de sol a mediodía
tus manos espejo
tus piernas de perlas infinitas.

De día en día, desde Solanda a la Roldós
como una fruta destrozada.

Tú eras la lluvia; yo el libro
ay! ojos tuyos, donde caí enamorado.

1 me gusta