El tiempo quebró su escultura,
incipiente abeto
y la fuente descolorando abejorros,
¿Con quién te encuentras?
he marchado hasta al cansancio
al sucio baño de un triste bar,
no sé si el tipo que aparece en mi reflejo
es a quien te enfrentas,
pero como siempre,
te compadezco,
las llagas de las horas dislocadas
me saben a perfume rancio,
mi radiador explota,
mi línea desguaza como las olas.
Supongo avergüenzo al desastre,
¿Qué de bueno tiene cantiflear con
el privilegio de ser adulto?
no sé leer a la gente,
cuarks y leptons,
torpes e ineptos,
solo un pez en su rectángulo acuoso
devorando a sus contrincantes,
tengo memoria
conozco de aliados
y también de traidores…
Iré a descansar como cualquier otra droga,
frito el maniatado dolor y la muerte
Tengo quince otra vez,
una vida de coña
y el botón de reset.