Destila la luna
sus hilos de plata,
líquido argénteo
iluminando la noche oscura,
otra vigilia umbría
en los anales de mi existir.
El reloj de pared
me escruta
con seriedad taciturna;
sus agujas,
/ que debieran observar
el paso del tiempo /
me señalan hieráticas,
y parecen preguntar . . .
¿Adónde han huido los sueños?
¿A qué dimensión del teseracto
se han ido a ocultar?
Ataviados
en su espíritu inasible,
han doblado la esquina
mientras los perseguía
. . . y no podía alcanzar.
/ img propia ~ AI /
Poesía de Alejandro Cárdenas ~ 2025/Ene