Reloj de plástico

Con mis contradicciones intactas,

me miro en el espejo,

tratando de hallar aquello que me falta,

pero no encuentro más que desperfectos.

Soy un ser roto completo,

cansado de lo difícil que es ser

en un mundo tan complejo.

“Estar roto no te da derecho a dañar”,

le dijo el metal al lodo

con el que se configuraron nuestros sueños,

y mientras yo aquí sin luchar,

solo porque no quiero ser como ellos.

Me gustaría dialogar,

pero no tengo fuerzas para intentarlo,

prefiero limitarme a observar,

mientras todo se va deshaciendo.

“Debe de haber algo más”,

pienso todo el rato,

sin embargo,

nada cambia de verdad,

la vida es un reloj de plástico.

Puestos a perder,

que sea ahora y para siempre,

lo contrario sería admitir,

que el fracaso nunca termina por cumplirse,

lo contrario implicaría asumir,

que el vacío siempre está en contacto con la muerte.

2 Me gusta